jueves, 25 de enero de 2007

Declaración de amor

*
*
EN ESPERANTO

*
*
*
En castellano

Sólo dios me parece hombre feliz,
él puede admirarte largamente con amor
frente a ti sentado, a ti escuchándote
hablar con calma,
reír dulcemente. Oh qué golpe en el corazón
cuando te veo un minutito,
se sofoca en mí la voz, la lengua
cojea rígida.
Sólo balbucear, y fuegos delicados
corren vibrando bajo mi piel, yo ardo,
me da vértigo, las orejas me mugen,
la vista se nubla.
Sudor frío sobre mi cuerpo fluye,
un temblor me capta, el rostro está más pálido
que la hierba de otoño, se diría que
en la muerte caigo.

_______________ Safo de Lesbos.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Algún día, los indoeuropeístas del mundo nos alzaremos contra vosotros, herejes esperantistas, y os haremos entrar en razón.

Anónimo dijo...

Os esperaremos con la sencillez empuñada. No tardéis, eh? Será fantástico, la tierra temblará y, como decía Ibn-Jaldún, los papagayos del paraíso harán crujir el azúcar y nosotros sonreiremos un poco aquí y otro en una dulce tierra sin nombre.

Y ahora, en serio, ¿por qué los esperantistas son herejes? No son ganas de polemizar, es una curiosidad absoluta.

Pobre esperanto, una idea tan buena, un idioma tan sencillo, sólo 16 reglas tiene su gramática, una lengua que no es de nadie por su nacimiento, raza ni condición, sino que es de todos los que lo quieran hablar... Lo que más me gusta del esperanto es su sonido, es una mezcla muy equilibrada, biensonante a los oídos europeos. Lo que me conquistó en principio fue que "y" lo escriben "kaj" (se pronuncia "kai"), como en griego, la palabra más simpática para mi gusto.

Espero que la tremenda nevada os conserve bien y os impida cometer barbaridades. Algo bueno tiene que tener...

Blanca-L